
Cuando el oso pardo campaba a sus anchas por los bosques de Urdués.
Aunque el oso pardo es un habitante más del territorio de Los Valles Tranquilos, encontrarse con un ejemplar es casi imposible. No solo porque son escasos los animales de esta especie que aún viven en Pirineos, sino porque huyen de la presencia humana. Sin embargo, esta primavera de 2019 y durante varios días, sus huellas se han podido encontrar en el entorno de los pueblos de Hecho y Urdués. Quizá los rebaños de cabras que pastaban en libertad por las pardinas más al sur le llamaron la atención cuando despertó de su letargo invernal.
Sus huellas en el barro y algunos ataques a los animales fueron rastro inconfundible de su inquietante presencia.